Ya hace muchos años que Avianca dejó de ser una aerolínea bandera de Colombia. Hoy en día es la línea aérea de 6 países: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Colombia. Así mismo es un importante operador en Ecuador, Chile, Perú, Brasil y próximamente comenzará vuelos en Argentina.
La empresa debe responder a las necesidades de múltiples mercados, no sólo debe pensar en los intereses del mercado colombiano como lo hacía antiguamente, hoy los destinos habituales y necesidades de conexiones de los ciudadanos de los países mencionados son importantes para el desarrollo de la red de rutas.
Pero la aerolínea parece seguir con una mentalidad de aerolínea nacional pequeña y no de una empresa pan regional. El enfoque de sus operaciones sigue siendo Colombia y ha descuidado su presencia en América Central y ha cancelado una gran cantidad de rutas en ese mercado, varias de ellas desde San José y Ciudad de Guatemala.
Tampoco parece no darle máximo provecho a su membresía en Star Alliance. Desde su ingreso ha hecho pocos acuerdos de código compartido con las aerolíneas asociadas y tampoco ha extendido su red de rutas de manera significativa para ofrecer más destinos que sirvan de conexión hacia terceros destinos.
Avianca es la única aerolínea en América del Sur que pertenece a la alianza (Copa Airlines es centroamericana), teniendo así la posibilidad de convertir sus hubs (Bogotá, Lima y San Salvador) en verdaderas puertas de entrada a la región, ya sea con vuelos propios o complementando la operación de aerolíneas partner.
En la operación a Europa, Avianca sólo vuela desde Bogotá, Medellín y Cali a Madrid, Barcelona y Londres; desde los hubs de Lima y San Salvador no tienen conexión al viejo continente. Avianca no ha aprovechado la existencia de los hubs de Star Alliance en Bruselas, Zürich, Viena, Münich, Lisboa y hasta Frankfürt que es el principal centro de conexiones de la alianza.
En el caso de Bruselas, capital de la Unión Europea, es un importante centro político en el viejo continente. La asociada Brussels Airlines ofrece, desde una nueva, moderna y eficiente terminal, una destacada red de rutas en Europa y una interesantísima lista de destinos en África.
Bruselas carece de conexión directa con América del Sur, la última vez que la tuvo fue en los años 90 cuando Vasp de Brasil volaba la ruta Sao Pablo - Bruselas y Líneas Aéreas Paraguayas (LAP) volaba desde Asunción vía Recife. Sería interesante que Avianca uniera Bogotá con Bruselas, ciudad en donde podría recoger pasajeros europeos procedentes de diferentes regiones de Europa y África.
De esta forma Bogotá sería la puerta de entrada a América Latina y le ofrecería a sus pasajeros más opciones de entrada a Europa y la posibilidad de volar a África. Por ejemplo un pasajero podría hacer: Kigali-Bruselas-Bogotá-Lima o volar San José -Bogotá-Bruselas-Hamburgo o Caracas-Bogotá-Bruselas-
Los mismo sucede con Zürich y Viena, a excepción de Zürich que mantiene un vuelo diario a São Paulo operado por Swiss, estas ciudades no tienen conexiones con el mercado de América Latina. Ambas ciudades son importantes centros de conexiones de Star Alliance, Zürich es el hogar de Swiss, aerolínea de clase mundial que opera a varios destinos europeos y asiáticos, además de ser la puerta de entrada a Suiza, una importante economía mundial.
Por su parte Viena es el hogar de Austrian Airlines, una empresa que ofrece múltiples destinos en Europa central, Europa del Este, Asia Central y la zona balcánica. Viena no tiene vuelos a América Latina desde los años 90 cuando Trans Brasil operaba la ruta Sao Paulo - Viena en Boeing 767, un ruta que fue operada hasta que cesó operaciones esta empresa aérea brasileña.
El aeropuerto de Viena hace poco más de 4 años inauguró una terminal para atender los vuelos del territorio Schengen, siendo uno de los hubs más atractivos de Europa por su facilidad para conectar, tanto en vuelos intra europeos, como a otros continentes. Así un pasajero tendría la opción de volar en Avianca la ruta Bogotá - Viena y conectar con Austrian Airlines Viena - Praga, Viena - Budapest, Viena - San Petersburgo, Viena - Erbil, Viena - Zagreb, entre otras.
Otra opción que Avianca podría considerar es el hub secundario de Lufthansa en la ciudad Münich, en el sur de Alemania, lugar a donde ha comenzado a desarrollar un red de rutas internacional, dada la saturación de la terminal de Frankfürt. Lufthansa ha comenzado a conectar Munich con varias ciudades de América Latina, siendo Sao Paulo y Mexico DF, las primeras en ser servidas.
La aerolínea latinoamericana podría llegar a un acuerdo con la empresa alemana para operar el vuelo Bogotá - Munich, desde donde los pasajeros podrían acceder a múltiples destinos de la red de Lufthansa, a través de una moderna terminal y viceversa. Avianca ofrecería por su parte a Bogotá como puerta de entrada en América Latina.
Lo mismo sucede con otras opciones de puerta de entrada a Europa que ofician como hubs de Star Alliance, como Lisboa y Copenhague. Pero también en nuestro continente hay otros hubs a los que Avianca podría volar como Houston, complementando la operación de United y ofreciendo entre las dos compañías múltiples frecuencias hacia este hub.
También Toronto, hogar de Air Canada o más atractivo aun, Vancouver, en el oeste canadiense para conectar hacia el continente asiático, Australia y Nueva Zelanda operando la ruta Bogotá - Vancouver o por qué no, Lima o San Salvador - Vancouver.
Precisamente aprovechando la posición privilegiada de San Salvador y Lima, por qué no pensar en volar al oriente desde allí y conectar otros hubs, por ejemplo: San Salvador - Tokio (hub de ANA) o Lima - Auckland (hub de Air New Zealand). Así sí se aprovecharía una verdadera red mundial de aerolíneas que une entre sí sus principales puntos de operación.
Haciendo este análisis uno no entiende si es que las directivas de Avianca no han podido comprender que la empresa ya es una aerolínea de talla mundial que necesita tener ambiciones en sus planes de crecimiento y buscar, operar y desarrollar nuevos mercados más allá de los mercados en donde hay presencia de comunidades Colombianas y jugar a ser un actor importante en el escenario aeronáutico mundial.
Lo mismo sucede con otras opciones de puerta de entrada a Europa que ofician como hubs de Star Alliance, como Lisboa y Copenhague. Pero también en nuestro continente hay otros hubs a los que Avianca podría volar como Houston, complementando la operación de United y ofreciendo entre las dos compañías múltiples frecuencias hacia este hub.
También Toronto, hogar de Air Canada o más atractivo aun, Vancouver, en el oeste canadiense para conectar hacia el continente asiático, Australia y Nueva Zelanda operando la ruta Bogotá - Vancouver o por qué no, Lima o San Salvador - Vancouver.
Precisamente aprovechando la posición privilegiada de San Salvador y Lima, por qué no pensar en volar al oriente desde allí y conectar otros hubs, por ejemplo: San Salvador - Tokio (hub de ANA) o Lima - Auckland (hub de Air New Zealand). Así sí se aprovecharía una verdadera red mundial de aerolíneas que une entre sí sus principales puntos de operación.
Haciendo este análisis uno no entiende si es que las directivas de Avianca no han podido comprender que la empresa ya es una aerolínea de talla mundial que necesita tener ambiciones en sus planes de crecimiento y buscar, operar y desarrollar nuevos mercados más allá de los mercados en donde hay presencia de comunidades Colombianas y jugar a ser un actor importante en el escenario aeronáutico mundial.