La geografía Colombiana hace que el transporte aéreo sea fundamental para el desarrollo de la economía de la nación y para la integración de las regiones del país.
Esta misma necesidad ha llevado a desarrollar un sistema aéreo que centraliza sus operaciones en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, que es el punto de salida y llegada de la mayoría de los vuelos y es por supuesto el punto de conexión de la mayoría de los pasajeros que se movilizan de una región a otra.
Esta concentración de vuelos en Bogotá, a lo que se suma una infraestructura deficiente, falta de equipos aeronáuticos que faciliten la operación, restricciones de ruido, falta de planificación y proyección, han llevado a que el centro de conexiones de Bogotá esté a punto de colapsar.
Los retraso en las operaciones, las demoras para desembarcar y embarcar las aeronaves por falta de posiciones y mangas de parqueo, saturación de pasajeros y aviones en los bancos de vuelos de la mañana y la noche, son ya habituales para los pasajeros que viajan por Colombia.En muchas ocaciones los pasajeros esperan más tiempo sentados en sus aviones, aguardando por un turno de despegue o para desembarcar que en los mismo vuelos.
Como Colombia ha dejado en claro que es una nación que no es capaz de proyectar su infraestructura a futuro, es evidente que las ampliaciones que están haciendo a la terminal del aeropuerto El Dorado, serán paños de agua de tibia, no serán suficientes para la cantidad de operaciones, pasajeros y aviones. Por eso preocupa el futuro del aeropuerto más importante de Colombia.
La solución necesita de acciones en varios frentes. El primer paso puede ser facilitar la creación de aerolíneas regionales que operen aviones de 19 a 70 sillas que permitan unir de punto a punto otras ciudades de forma directa sin necesidad de volar vía Bogotá. Por ejemplo volar de Neiva a Medellín o de Cali a Bucaramanga o de Pereira a Barranquilla. La idea es recuperar algunas de las rutas dejadas por las desaparecidas Aces, Aires, Aerotaca, Tavina y la estatal Satena.
El segundo frente es pensar en un nuevo hub de conexiones domésticas. Mirando las opciones, resulta difícil escoger qué aeropuerto podría cumplir esa misión. Medellín es la segunda ciudad en importancia en el país, pero tiene su operación aérea dividida en dos aeropuertos, eso hace imposible su consolidación como hub porque alguien que venga de Quibdó, Montería o Corozal y quiera conectar a Cartagena, Cali o Barranquilla, debe cambiar de aeropuerto.
Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena cuentan con excelentes terminales aéreas pero sus ubicaciones geográficas en los extremos del país los hacen poco eficientes para competir con Bogotá como centro de conexiones. Lo ideal sería algún aeropuerto ubicado en el centro del país.
Eso deja entre las opciones a ciudades con aeropuertos que no tienen la infraestructura para cumplir con esa misión, pero sí cuentan con una buena posición geográfica. Tales aeropuertos serían los de las ciudades de: Pereira, Armenia, Cartago o Ibague que quedan más o menos en el centro del país, estratégicamente permite un flujo de vuelos norte-sur y oriente-occidente. Por ejemplo: Valledupar - Cali, Quibdó - Villavicencio, Medellín - Neiva, Medellín - Villavicencio, entre otras rutas vía alguna de las ciudades intermedias mencionadas anteriormente y operados por alguna aerolínea regional. Pereira o Armenia serían las mejores candidatas.
Esta problemática es evidente en otros países del mundo. Alemania enfrenta la saturación del Hub de Lufthansa en Frankfürt y por eso decidió abrir un centro de conexiones secundario en Münich, desde donde hay una extensa oferta intra europea y de largo recorrido. Ya incluso ofrece vuelos desde México, DF, São Paulo y varias ciudades de Estados Unidos hacia Münich para luego conectar a otros destinos.
Argentina tiene su operación doméstica concentrada en Buenos Aires. Tiene el agravante de contar con la operación dividida en dos aeropuertos, uno de ellos, el Aeroparque Jorge Newbery saturado y Ezeiza para vuelos de largo recorrido y algunos domésticos. Es por esto que Aerolíneas Argentinas desarrolló un hub en Córdoba, en un punto geográfico estratégico que permite tener flujo de pasajeros domésticos de norte a sur sin pasar por Buenos Aires.
En Brasil también fue anunciado la descentralización de los aeropuertos de São Paulo porque la infraestructura no da más. Es por esto que Avianca Brasil decidió que su centro de conexiones sea la capital, Brasilia, ubicada estratégicamente en el interior del país. Por su lado LATAM estudia la posibilidad de crear un nuevo hub para vuelos domésticos en el nordeste de Brasil. Entre las opcionales están: Fortaleza, Recife, Natal y hasta Salvador Bahía y Belo Horizonte.
Colombia no es ajena a esta problemática y con el número de pasajeros, frecuencias, operaciones y aviones aumentando sin parar, sumado a una pésima planificación estatal, el país enfrentará en corto plazo el colapso de la operación aérea si no toma medidas radicales, por eso urge pensar en un centro alternativo de conexiones e incentivar la creación de aerolíneas regionales.
De las anteriores opciones la más factible es Cali, cuenta con un aeropuerto en proceso de modernización que funcionaria perfectamente como hub de conexiones, además uno de los agravantes de Bogotá e incluso Rionegro es las condiciones climatológicas, por su altura son difíciles y uno de los principales causantes de retrasos en las operaciones, lo otro es que independientemente de la ubicación no centralizada de este, las distancias entre Cali y los demás destinos no son muchas, tienen similitudes.
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