Fue un viaje de último minuto, me sorprendió mucho cuando recibí el llamado de uno de mis clientes, para decirme que debía viajar a Barranquilla al día siguiente a primera hora.
Tras averiguar en las opciones acostumbradas: Avianca y Aero República, recordé que AIRES acababa de inaugurar la ruta Bogotá - Barranquilla en sus aviones nuevos, con buenos horarios y tarifas bajas por el lanzamiento, así que llamé e hice la reserva.
Logré conseguir cupo en el primer vuelo que sale a las 5:5o AM y arriba a Barranquilla al rededor de las 7:10 AM, razón por la cual me tuve que levantar muy temprano, afortunadamente hice check-in por Internet y como no llevaba equipaje llegué directamente a la sala de embarque número 8 del terminal nacional del Aeropuerto El Dorado.
Allí abordé el nuevo B737-700 NG, ya había volado en los modernos A319 y A320, pero nunca había volado en un Boeing de nueva generación,´muchos menos en uno de AIRES, empresa en la que estoy acostumbrado a los pequeños Dash 8.
Al abordar y ubicarme en la silla 3A me di cuenta que el avión que me había tocado no contaba con pantallas de entretenimiento, como el primer par que AIRES recibió, un punto negativo para un vuelo de 1:20 de duración, temprano en la mañana y donde no tener nada que hacer más que dormir o leer la revista de a bordo, pero la pulcritud, modernidad y amplitud de la cabina, decidí perdonarle a AIRES que no tuviera el servicio de entretenimiento estandarizado en todos los aviones.
Despegamos muy puntuales, me llamó la atención la rata de ascenso, contando que íbamos full pasajeros, el poco ruido que hacían los motores y como muy pronto estuvimos a 30 mil pies de altura en un muy vuelo.
El servicio abordo, nada del otro mundo, sólo jugos, bebidas gaseosas, agua y café, pero es algo a lo que los colombianos nos hemos acostumbrado en los vuelos nacionales, a no recibir nada o como mucho algo de beber.
Comenzamos a aproximar a Barranquilla, con un excelente clima, mucho Sol, una agradable temperatura, hasta que el 737 comenzó a sobrevolar la pista y tocamos tierra, en ese momento pensé en que ese aterrizaje era sin duda el mejor que he tenido en un avión comercial, el avión ni se sintió cuando tocó la pista, desaceleró despaciosamente incrementando un poco el ruidos de los motores, pero con un suave frenado que posó contundentemente el 737 en la pista, para luego rodar a la puerta de embarque.
Debo decir que fue de todo mi agrado, una gran experiencia que se repitió en un tranquilísimo vuelo de regreso a Bogotá -en el mismo avión- en la noche, muy silencioso, tanto que dormí los primeros 30 minutos y luego me concentré en mi lectura, hasta que arribamos a El Dorado cumplidamente.
Recomiendo el servicio de AIRES en sus nuevas rutas troncales en Colombia, en un futuro cercano los pasajeros podremos disfrutar de ese servicio y comodidad en vuelos a Estados Unidos, debido al pedido que ha hecho AIRES para poder volar a Nueva York y Fort Lauderdale, compitiendo con las grandes y tradicionales, pero donde sin duda alguna se abrirá un amplio espacio, gracias a su servicio cordial, sencillo, pero ameno y agradable para sus pasajeros.
Muy bacano Santi, seguire leyendo tu blog!! Felicitaciones!!!!
ResponderEliminarGostaríamos de sugerir a parceria entre nossos blogs.
ResponderEliminarEstamos montando um página exclusiva para divulgação de blogs sobre aviação.
Poderia entrar em contato?
Envie e-mail para nós com nome e link do blog. Caso tenha um banner será aceito também.
Portal Meio Aéreo